¿Cómo interesar a alguien en el tema de la belleza? ¿Cómo encontrar las ventajas de cuidar la estética personal y la belleza natural? ¿Cómo analizar los diferentes productos, frutas y aceites de plantas sin aburrir en el momento que termina la primera frase? Las respuestas a estas preguntas son mi nuevo experimento. Estoy empezando una nueva etapa donde el tiempo de descanso es relativamente corto pero nunca agobiante. Es la era de explorar lo que algunos llaman la vida adulta y ojalá si es posible, no decepcionar a más de los que ya han sido decepcionados.
Para empezar, no revelaré detalles, lugares o nombres de personas, debido a protección personal y a la situación actual. Sólo aclararé que no ha sido fácil pero que estoy dispuesta a seguir adelante, porque mi motivación es el éxito y el constante aprendizaje. ¿El primer consejo de esta crónica? Siempre estar leyendo, estar familiarizado con la cultural local e internacional y saber un poco de cada tema para nunca quedar fuera de base. Verse como un ignorante y no saber pensar en forma de solución cada vez que se comete un error, es probablemente la peor posición posible.
Aclarando el propósito de esta entrada, éste nuevo ensayo es acerca de lo que he aprendido para comunicarlo y consultarlo de vez en cuando para alcanzar la meta esperada. ¿El primer detalle? La armonía entre cuerpo, mente y piezas naturales. ¿Lo siguiente? Las ventajas de dejar atrás los productos comerciales y utilizar de la mejor forma posible, los elementos de la naturaleza que hoy cuentan como parte de la vida diaria.
Lo primero. La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo. Por razones de estrés, distracciones y demás, la descuidamos al punto que puede ser arrepentimiento o que ya llega a ser muy tarde para tratarla de forma natural. Para la piel facial, los productos delicados son esenciales. Es el fragmento de la piel con mayor exposición diaria y con mayor cantidad de contacto con las manos, textiles y demás agentes exteriores. Cómo dato curioso, un ser humano toca su rostro más de 3,000 veces al día, exponiendo la piel facial a bacterias, infecciones y demás alteraciones. Si ya se aburrió de este post, cierre la ventana, porque éste es el tema principal. Si le gusto, continúe leyendo porque (en mi opinión personal) se pone mejor.
Hay miles de diferentes tipos de piel alrededor del mundo. Ya sea por genética o por alteración, cada tipo de piel debe ser tratada de forma diferente y personalizada. Para una piel delicada, pero resistente, los minerales derivados del carbón son los ideales para utilizar. El carbón lo que logra hacer es remover todas las impurezas de la piel y especialmente, los excesos de hidratación. Para las pieles más sensibles pero que también necesitan un balance de aceites y tonos naturales, es el polvo de calamina, el cual llega de las montañas de Marruecos y es producido para despigmentar la piel. Cuando este polvo se combina con otros agentes, nacen nuevos productos y combinaciones únicas que incrementan la calidad de la piel.
Para las concentraciones grasas en el área facial (la palabra «grasa» es prohibida y poco recomendada a la hora de vender un producto corporal), el vinagre de arroz, la clorofila y el aceite de olíbano son los ingredientes clave. Éstos lograrán remover todo exceso de hidratación, y aún así dejar una buena contextura. Si la piel es ultraseca o relativamente deshidratada, las almendras y las hojuelas de avena son los ingredientes secretos. En caso de que una piel con excesos de hidratación utilice la avena o las almendras, el único efecto (al primer o segundo uso), es que terminará suavizada y lo suficientemente hidratada.
Continuando con el mismo tema, para los que le prestan atención a los detalles, cada vez que se compra una caja de té de manzanilla (que por cierto recomiendo muchísimo para aliviar dolores de estómago), la presentación es azul pálido. ¿Por qué? La manzanilla es presentada como manzanilla azul cuando el propósito es aliviar y calmar las irritaciones y demás molestias. El líquido que se extrae de éstas flores o de ésta planta es totalmente azul. Cuando el extracto es puro, el precio asignado jamás será bajo. Sólo cuenten con eso.
Acerca de otras plantas e ingredientes que ayudan a calmar la comezón, la irritación y demás molestias en la piel, la caléndula es una pieza clave. La caléndula además de aliviar el ardor y la picazón, la caléndula ayudará a remover (progresivamente) la caspa capilar. También, en presentación de gel o un poco más cremosa, ayudará a fortalecer la piel de los labios y prevenir que ésta se vuelva a quebrar.
Para el tema capilar, la canela y el clavo también son de gran ayuda. Lo más sorprendente de todo este aprendizaje, es que éstos ingredientes son bastante genéricos y constantemente consumidos por la sociedad y rara vez estamos conscientes de las ventajas que traen consigo. Volviendo al tema, la combinación entre la canela y el clavo, es que previene la caída del cabello. Por ser canela como tal, puede resecar el cabello pero siempre existe solución.